04 Diciembre

El poder de la saciedad


En el día a día, y sobretodo por las tardes, es normal empezar a sentir cierta ansiedad por comer un dulce. ¿A quién no se le ha antojado una torta de chocolate, galletas o cualquier postre después del almuerzo? En realidad, es algo bastante común y esta ansiedad se manifiesta debido a lo que el Doctor Salomón Jakubowicz determina como “cerebro de gordo”. Esta tendencia por consumir azúcar y harinas, termina suponiendo una subida de peso no deseada; sin embargo, existe una solución para tal problema. Empecemos detallando qué es el “cerebro de gordo”.

 

El cerebro de gordo es la tendencia a levantarse con muy poca hambre, desayunar muy poco (o no desayunar) y luego sentir por las tardes y noches muchas ganas de consumir postres o harinas. Para evitar este fenómeno es necesario usar el poder de la saciedad.

Resulta sencillo alentar a no comer postres, harinas o tantos alimentos deliciosos cuando uno está lleno, pero cuando uno tiene mucha hambre es prácticamente imposible no caer en la tentación… por eso, la saciedad puede hacer un cambio significativo en la voluntad para seguir un régimen alimenticio sano.

 

Dentro de todo el abanico de tipos de alimentos, la proteína Whey es la que da más llenura, por lejos. Es por ello que se recomienda ingerir bastante proteína en el desayuno, con alimentos como la palta, los huevos o el queso. Es cierto que estos alimentos son ricos en proteína, pero no es proteína Whey, la cual se extrae del suero de la leche. Por esa razón, además de las proteínas naturales, se sugiere acompañar el desayuno con un batido de proteína Whey.

 

La ingesta de una elevada cantidad de proteínas durante la primera hora después de levantarse ayuda a que durante todo el día nos sintamos satisfechos y disminuya considerablemente las ganas por escapar de un régimen alimenticio sano.

 

A manera de repaso, tener mucha hambre nos inclina a caer en la tentación de comer mal. Para contrarrestar ese efecto la idea es estar lleno, y la mejor manera de lograr ese efecto es comiendo muchas proteínas en el desayuno y explotando así el poder de la saciedad. Para bajar de peso, desayuna muchas proteínas, no hay más secreto.